Día J: ¿Síntomas de una incipiente vietnamización?
LA ACCIÓN HUMANITARIA CONJUNTA, AL DÍA
Avance de las tropas de liberación: Los halcones no tenían ni puta idea. El Pentágono ideó una guerra rápida, espectacular y por supuesto victoriosa pensada para la televisión, en virtud de la cual en un par de semanitas la Fuerza de Liberación se plantaría en Bagdad, donde sería vitoreada por una población entusiasta y, juntos, iraquíes y Aliados le cortarían los huevos a Sadam en la plaza pública. Lamentablemente, el éxito de esta estrategia partía de una aserción que a día de hoy se antoja con toda claridad un tremendo error, a beneficio de inventario del Glorioso historial de la CIA: “El único malo es Sadam, los iraquíes nos quieren y nos ayudarán contra el Tirano”. Pero esta aserción parece más propia, a la vista de lo que hay, de un espacio cinematográfico que de uno televisivo, y la desfachatez con la que, ya podemos decirlo, los malvados, incultos y sadamistas -cómplices de corrupción, despilfarro y Crimen de Estado- iraquíes tratan a las Tropas de Liberación una vez éstas han repartido su ayuda humanitaria (los bombardeos no, lo que viene después) es un síntoma claro de ello: desde el “Sadam es Dios” que reseñábamos anteayer hasta el más sensato “Sea lo que sea Sadam, somos nosotros, no Ustedes, los que debemos decidir qué hacer con nuestro país” que hemos recogido hoy sábado. Las críticas a “Napoleón” Rumsfeld arrecian en EE.UU. conforme comienza a aumentar la sospecha de que el Secretario de Defensa puede haberles metido en un chapapote de difícil escapada (y de Inglaterra y Ánsar, claro, ya ni hablamos): si la guerra continúa por los cauces humanitarios de la Coalición, que bombardea pero “poco”, que no se atreve a entrar en las ciudades (porque no tiene tropas suficientes, porque la opinión pública no recibiría bien tantas muertes por Fuego Amigo y porque, en todo caso, sería inaceptable una Acción Humanitaria fundamentada en la masacre de civiles), la victoria, mientras la opinión pública siga, también en Irak como en el resto del mundo, en contra de la guerra, es imposible. Pero la retirada de EE.UU. es más imposible aún: ¿en qué situación creen Ustedes que quedaría la superpotencia si la ocurrencia de dar un Golpe de Fuerza, cargarse la legalidad internacional y dejar claro quién manda aquí acaba en el ridículo más espantoso? Por tanto, la cosa puede ir aún a peor, con la Coalición Humanitaria bombardeándolo todo (la intensificación, y sobre todo la “indiscriminación”, de los últimos bombardeos apuntan en este sentido) y destruyendo Irak, no sólo el régimen, a sangre y fuego. Probablemente exageremos ante la sorpresa momentánea de comprobar que está pasando lo que está pasando; es posible que el conflicto se solvente con un golpe de mano repentino (un golpe de Estado apoyado desde el exterior, una acción rápida de las tropas de comando que, por el momento, se limitan a ocupar territorio deshabitado, en cualquier caso estrategias que se podrían haber llevado a cabo sin meterse en una guerra a gran escala, aunque claro, entonces ¿qué ocurre con la Reconstrucción Humanitaria?) pero lo que parece evidente a estas alturas es que la posguerra será aún peor que la guerra en sí: Bush puede haber duplicado la Intifada palestina en un nuevo entorno, con mucho más territorio, muchos más habitantes y además una potencia de ocupación situada a miles de kilómetros de distancia. Alguien debería haberles dicho a los Halcones que la democracia no se puede imponer, menos mediante una guerra, que habría sido mucho más fácil e incruento, insistimos, inundar de dólares al entorno de Sadam si se trataba de acabar con él y que, en cualquier caso, no son la ex potencia colonial culpable en buena medida de los conflictos de Oriente Medio y el Amiguito número I de Israel los más adecuados para ejercer de Tropas de Liberación. De hecho, nosotros lo intentamos en su día, pero Rumsfeld no habla español y no nos hicieron ningún caso. Conmoción y consternación.
Armas de destrucción masiva: ¡Sadam nos tira un misil desde nuestro territorio!: El malvado Sadam ha lanzado uno de sus misiles de Destrucción Masiva contra el indefenso pueblo kuwaití, y éste, con un alcance de casi 75 kilómetros, ha impactado siniestramente contra un centro comercial de la capital (¡Sadam ataca nuestros más sagrados valores morales!). El misil alcanzó su objetivo sobre las dos de la madrugada, con lo que obviamente el edificio estaba desierto y no hubo víctimas; pero podría haberlas habido, según indicó el Pentágono: habría bastado con que el misil se retrasase por el camino ocho o nueve horas para crear un desastre de proporciones inimaginables. ¿Y si el misil hubiera llevado una carga química o bacteriológica? Qué miedo. Por si esto fuera poco, según un periodista de Fox News, que por lo visto pasaba por la zona del puerto en la que se encontraba el centro comercial, los fragmentos del misil salieron despedidos en una orgía de destrucción sin igual. “Hemos sido muy afortunados”, declaraba (alabado sea Dios; y sin embargo uno no puede dejar de hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué hacía un periodista de FoxNews a las dos de la madrugada en la desértica, salvo por las trabajadoras que, al menos en las ciudades occidentales, suelen menudear por esos sitios, zona portuaria?). Lo mejor de todo este asunto es que el misil fue enviado desde la península de Fao, enclave conquistado por la Coalición Humanitaria los días 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26 y hasta hoy creíamos que 27 de Marzo; ¿Fuego Amigo o es que aún quedan “focos aislados de resistencia que si se caen se matan” en dicha península?.
Las sucias argucias del Tirano: atentados suicidas. La indignidad de la estrategia del Carnicero Sadam contra las fuerzas de la Coalición Humanitaria está alcanzando cotas difíciles de asumir por todos los que defendemos aquello que es bueno y decente: ahora Sadam envía comandos suicidas contra los aliados, iraquíes que se inmolan para llevarse por delante a todos los soldados que puedan. ¿Necesitan Ustedes más pruebas de las vinculaciones del régimen de Sadam con el terrorismo internacional? ¿Qué le costaría sacar a sus tropas a luchar en el desierto, como un hombre, y dejar que salvásemos los pozos de la catástrofe humanitaria que por su culpa, sólo por su culpa, puede producirse, al día siguiente? Cualquier espectador imparcial que pudiera comparar el sucio terrorismo paramilitar iraquí con las valientes acciones de Resistencia urdidas, según EE.UU., por la CIA en las ciudades iraquíes, consistentes en desencadenar una ola de atentados en lugares públicos para crear conmoción y consternación, lo tendría claro: “Entre Bush y Sadam, no tengo ninguna duda”, como diría Ánsar.
“Estamos trabajando en ello”: ¿Entrarán en combate nuestras tropas?. Los aliados del Presidente del Gobierno español, Joe Mary Ánsar, en la Coalición Humanitaria le dieron total libertad para apoyar activamente o no el conflicto, pues por lo que parecía en esos momentos ya contaban con tropas suficientes: Ánsar podía, por tanto, enviar tropas o quedarse al margen, porque total, en un par de semanitas estaría todo acabado. Nuestro Presidente eligió una opción intermedia: enviar tropas, pero no muchas y con un cariz logístico – humanitario, y enviarlas lo suficientemente tarde como para que llegaran recién finalizada la invasión. Pero ahora resulta que la Coalición necesita tropas, muchas tropas, para afrontar con garantías lo que parece otra guerra muy diferente de lo esperado. Entre otras, las tropas de Ánsar. El carácter violento- terrorista del 90% de la población española, su acreditada capacidad para lidiar con poblaciones hostiles pero indefensas (40 años de experiencia en el sector) y la propia tradición guerrillera del pueblo español convierten a nuestro Ejército en la carne de cañón ideal para afrontar una guerra urbana y la posterior ocupación del país. No parece probable, pero tampoco parecía probable que el Gobierno español superase cada día, durante seis meses, su récord de despropósitos, así que fíense, igual Ánsar acaba tomando un papel más activo en la Coalición Humanitaria. Sadam tiene miedo.
El frente interior: El PP sacará dos votos en las elecciones de 2004. Las encuestas siguen mostrando, con una irritante tozudez, una aplastante mayoría de españoles contrarios a la guerra. Encuestas tanto hostiles al Gobierno como partidarias de Ánsar, e incluso, como la del CIS, configuradas por él mismo. Pero no hay problema, según dice Ánsar, si a él el CIS le preguntara también diría que está en contra de la guerra. ¿Tenemos 183 diputados levantiscos, que votan sistemáticamente lo contrario de lo que opina su Presidente? ¿O el sistemático criptoterrorismo de la izquierda radical que se manifiesta en las calles ha logrado doblegar la férrea firmeza del propio Ánsar? Una cosa está clara, como esto siga así unos meses más el PP puede ser depositario del conjunto del legado de la UCD, también su pulsión autodestructiva que terminó con el propio partido.
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