Día G: Aunque la Guerra se vista de seda, Guerra se queda
LA ACCIÓN HUMANITARIA CONJUNTA, AL DÍA
Avance de las tropas de liberación: Se abre el frente norte. Los sucesivos y reiterados éxitos en el frente sur, donde las liberaciones de ciudades se suceden con rapidez y reiteración, han animado a iniciar nuevas operaciones en el norte. La situación, por describirla con rapidez, viene a ser la siguiente: Los turcos están inquietos, pero por fin han comprendido que entrar en Irak por su cuenta y riesgo iría contra el Derecho Internacional (sólo acompañados de la coalición humanitaria queda legitimada su presencia). El mando británico confirma que Umm Qasr está totalmente controlada y que un barco va a llegar (para 15 minutos después mencionar la existencia de “pequeños focos de resistencia” y anunciar el retraso del barco). Basora, por otra parte, sigue conquistada (lo fue el segundo día, tras la rendición de casi 10.000 iraquíes que, dado que no aparecen por ninguna parte, hemos de entender que fueron ejedcutados). A pesar de ello, y amparados por una nueva y moderna legalidad internacional, las tropas de liberación, sin complejos, han establecido un cerco a la población privando de agua potable y alimentos a sus ciudadanos. Esta táctica execrable, que el consenso civilizatorio había proscrito de las guerras desde hace ya casi 3 siglos, ha sido recuperada con la esperanza de que de alguna manera se logre legitimar a los analistas militar-sociológicos del Pentágono. ¡Por Dios, iraquíes, rebélense contra el tirano! De momento, en la “tomada, controlada y al borde de la rebelión” ciudad de Basora han aparecido más de 100 tanques iraquíes que, según los aliados, estaban “escondidos”. La Operación Humanitaria, mientras tanto, prosigue a gran escala. Sus éxitos, de momento, se cuentan ya en miles de muertos. De algunos, incluso, se alardea, como hicieron ayer los militares británicos y estadounidenses. Mientras tanto, más de 70 países (países, claro, terroristas) condenaron como acción criminal la Acción Humanitaria en Naciones Unidas.
Armas de destrucción masiva: Calabazas, pepinos e incluso algún tomate. Lo ha explicado con claridad el Ejército estadounidense. A veces hay que dirigir la Operación Humanitaria hacia zonas civiles, dado que ahí es donde el malvado régimen tiránico iraquí esconde sus armas de destrucción masiva. Como del dicho al hecho, en el caso del Pentágono y el refinado General Franks, sólo hay un par de misiles crucero, la comunidad internacional asistió ayer a un bonito espectáculo de masivo salteado de verduras. Había que destruir las armas de destrucción masiva. Y así ha sido. Adicionalmente nos hemos llevado por delante a algunos complacientes súbditos del tirano, que sabrán apreciar la necesidad de su sacrificio en pro del desarme.
Las sucias argucias del tirano: Guerra verdulera. Lo insinuó ayer, desde Qatar, el oficial de color de servicio del Pentágono (encargado de demostrar que la integración racial puede llevar a los puestos más innobles a cualquiera) encargado de la propaganda. “No tenemos claro de dónde salieron los misiles que impactaron de lleno en un mercado de Bagdad infestado de gentes”. Por si existía alguna duda sobre qué quería decir, desde Washington precisó Victoria Clark, propagandista en jefe del Pentágono y amante de la moda más avanzada. Los misiles disparados contra el mercado de Bagdad lo fueron por las fuerzas iraquíes. El tirano, que no tiene vergüenza, masacra a su propio pueblo para poner a la sociedad iraquí y a la opinión pública mundial contra los Estados Unidos. Sadam Hussein, que no se detiene ante nada, emplea viles trucos teatrales para desacreditar a Estados Unidos y al Reino Unido. Al parecer, incluso, toda la invasión es protagonizada por actores iraquíes disfrazados de soldados occidentales, que pretenden así engañar al mundo y hacernos creer que EE.UU. y Gran Bretaña son los protagonistas de una acción criminal.
“Estamos trabajando en ello”: Perdidos en misión humanitaria. La ausencia de noticias sobre la situación actual y los avatares del viaje de nuestro contingente humanitario conjunto empieza a preocuparnos. ¿Se han perdido nuestros barcos? ¿Se han equivocado de rumbo? ¿Por qué no sabemos nada de ellos? Hemos estado en la página web del Ministerio de Defensa y no saben, tampoco, nada. Eso sí, informan de que enviamos a 200 tipos en avión, con la esperanza de que, si algún día llegan los barcos, se unan a ellos. De todas formas, no crean que Trillo y sus chicos están al tanto del asunto. Únicamente dan la noticia, pero la fuente de la misma es La Razon. La postura oficial del Ministerio al respecto, tan metafísicamente picarona como siempre es que “Los barcos españoles podrían estar camino del Golfo Pérsico con el rumbo correcto, pero también podrían no estarlo” y “El envío de más tropas españolas podría realizarse o podría no llevarse a cabo”
El frente interior: La paz no se defiende con la violencia. Ánsar cada vez ha de hacer frente a más amenazas en este país que, indudablemente, no está a su altura. Al margen de que ha de encontrarse con la enemiga de un 90% de ciudadanos violentos y criminales, amparados y alentados por la oposición para que delincan y pequen, lo que le obliga a multiplicar sus esfuerzos en materia de orden público, se le ha revuelto el patio trasero. Los propios ministros del Partido Popular se posicionan contra Ánsar los muy traidores. Y es que, mientras la mayor parte de ellos no osa aparecer en público, con la notable excepción de la personalidad masoquista de Pilar del Castillo (quien, con el gusto que tiene por el follón, es la única que se atreve a ir por ahí a actos públicos realizando declaraciones pro-guerra y anti-ciudadanía “estulta y manipulada”, o sea, en su línea), el colectivo de Ministros Católicos, siguiendo la estela del Papado, ha empezado a dar caña. El primero, Arenas, líder del sector democristiano del PP, que lleva un par de días repitiendo allá donde va el mismo mensaje de destrucción de las tesis de Ánsar sobre la necesidad de recurrir a la guerra: “No se puede de ninguna manera pretender conseguir la paz con la violencia, quien lo hace es en realidad un criminal”. Brutal ataque a la posición del Jefe secundado con alegría por los Ministros del Opus o afines, que directamente están en plan resistencia pasiva, boicoteando desde dentro la posición del Gobierno con actuaciones circenses (De Palacio y Trillo, y sus sucesivas mentiras, rectificaciones y bulos sobre el repostaje de los B-52, a pesar de que sabían que en horas la verdad inevitablemente se sabría). Por último, los Legionarios de Cristo Rey (Acebes), también contribuyen a deslegitimar la posición del Gobierno declarando, imperturbable, que a pesar de las reiteradas imágenes de excesos (ordenados por él mismo) la actuación policial fue “irreprochable”.
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