La Terra prometida
“No existes, pero existirás”: La Biblia Virtual
Ya saben que lo más in en las empresas de Internet era hasta hace poco tener pérdidas para prometer grandes beneficios en el futuro. Les hemos dado mucho la paliza sobre este asunto, así que no insistiremos más. Sin embargo, nos parece innovadora la vuelta de tuerca que la Nueva Economía está dando con algunos de sus últimos representantes: lo que ahora está de moda ni siquiera es tener pérdidas, sino no tener nada de nada, es decir: no existir. ¿Recuerdan nuestro informe sobre publicidad en Internet (más abajo)? Pusimos un banner de una empresa que ofrecía dinero a cambio de recibir e-mails publicitarios. En nuestra ansia por hacernos ricos, nos suscribimos hace dos semanas a este servicio; el primer día recibimos cuatro e-mails. Desde entonces, ninguno. Pensamos que habrían descubierto la “minipirámide” que armamos con nuestros e-mails, pero no, señores: su explicación es que “somos una empresa joven, confiamos en poder enviarles más e-mails en el futuro, cuando los publicistas vayan conociendo nuestros servicios”. ¡Excelente! Damos dinero por recibir publicidad, pero no podemos dar mucho porque aún no recibimos publicidad. Todo llegará.
En España se han dado cuenta de las posibilidades de negocio que ofrece esta manera de hacer las cosas (empezar la casa por el tejado), y el BBVA, siempre en vanguardia, ha puesto en marcha su banco por internet (¿o es el de Telefónica?), Uno-e, siguiendo los mismos parámetros. Uno-e ofrece 15.000 pesetas de regalo por abrir una cuenta en el banco, siguiendo el Primer Mandamiento (Perderás dinero sobre todas las cosas), pero cuando nos lanzamos a por la pasta descubrimos que también aplica las enseñanzas del Nuevo Testamento Económico (No existes, pero existirás). Cuando pretendes ingenuamente abrir una cuenta, Uno-e responde que aún no está operativo, que cuando por fin esté te lo harán saber amablemente. Esperemos que Uno-e aplique también el Sagrado Hipertexto (No importa lo que seas, sino lo que el Mercado diga que eres) y salga a bolsa antes de estar operativo, porque ¿qué importa que no exista si cuando exista será la leche?. Un amigo me ha comentado que, siguiendo una campaña publicitaria de Mundolibre.com, intentó acceder a la libertad para ver qué fantásticas experiencias ofrecían. Por el momento, ninguna. Por ahora, hacemos publicidad y perdemos dinero, ya abriremos la página cuando perdamos lo suficiente y saquemos una ventaja sustancial a la competencia, porque claro, como la competencia no existe, nos lleva una ventaja inicial difícil de soslayar.
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