Buscando líder desesperadamente
LÍO EN EL CONGRESO SOCIALISTA
El barullo socialcomunista es cada vez más lo primero. Que todavía queden esencias socialcomunistas es más discutible (en cualquier caso, dirán los más introducidos en este mundo, para eso está Matilde Fernández). Parece que cada vez está más claro que la lucha por el poder en el PSOE va a saldarse con el duelo Bono-Rodríguez Zapatero, salvo componenda de última hora.
Los candidatos:
Rosa Díez (La Primera y la última). Los méritos de la señorita están ahí: en primer y más importante lugar es mujer, mujer, con lo que permite a la izquierda aguantar el tirón femenino que ha impuesto Aznar I “El Macho” (vivimos en una democracia de opinión meliflua y bienpensante donde ser mujer en política es un mérito en sí mismo), pero además comparte las características que últimamente determinan que un/a señor/a normal/a pase a ser, repentinamente, secretario/a general/a, a saber: haber perdido unas primarias (Rosa Díez lo hizo en Euskadi contra Nicolás Redondo hijo) y gritar mucho pareciendo muy enfadado por lo malos que son los de la derecha. Rosa Díez, sin embargo, no ha guardado la debida obediencia a quien sigue mandando en el partido y las consecuencias para su campaña han sido nefastas. Se presentó la primera y parecía en buena situación, pero su excesivo apego a ir por la vida de enfant terrible y su pose de eterno cabreo parece que no van a rendir los réditos esperados. En las encuestas más recientes (cuya fiabilidad es dudosa, como siempre ocurre) aparece en última posición. No dudamos de que se trata de una excelente noticia para el PSOE. El desastre en las elecciones del 2004, mal que le pese a Aznar, quizá tenga arreglo. En nuestra encuesta, hasta la fecha, Rosa Díez es la segunda opción “impeorable” más votada por nuestros lectores (18% de los votos). Dada la solvencia intelectual de nuestra audiencia ya prácticamente ninguna duda albergamos al respecto de lo terrible que podría llegar a ser Rosita la fantástica al mando del PSOE. Es preciso aclarar que si no encabeza las apuestas de impeorabilidad ello se debe a que en el listado de posibles “desastres” aparece Ciprià Císcar y, lógicamente (una muestra más del fino olfato político de nuestros lectores), es él quien de momento arrasa (36% de los votos).
Juan Carlos Rodríguez Zapatero (los últimos serán los primeros). El “joven” Zapatero representa la esperanza de renovación, pues teniendo en cuenta edad y currículo del resto de partícipes en la pugna no cabe duda de ningún tipo sobre que es él el menos contaminado. Al parecer es junto con Bono quien más cerca está de ganar, y se ha convertido en el favorito. Inteligente y con visión de futuro, Zapatero amagó hasta el final, construyó una plataforma en la que al menos se perciben ciertas ideas, y rechazó el “abrazo del oso” que le propuso Bono. Sin ninguna duda es el candidato más apropiado y que permitiría posicionarse mejor al PSOE cara al futuro. Es una obviedad política que en las condiciones en las que se encuentra el PSOE es preciso buscar un candidato nuevo, limpio de polvo y paja, que no sea asociado al pasado. Rodríguez Zapatero, además, parece solvente. De hecho no ha recibido ningún voto en nuestra encuesta de búsqueda del peor candidato (junto a Borrell y Belloch, ambos inmaculados también, lo que además ayuda a aclarar qué tipo de candidato es el preferido por todos). Como somos unos románticos y pensamos que los buenos a veces triunfan, Zapatero es en estos momentos nuestra apuesta.
José Bono (esencialismo castellano y catolicismo obrero). EL PSOE puede tener la inmensa suerte de acabar con Rodríguez Zapatero de líder o, por el contrario, la terrible desgracia de que acabe siendo Bono el elegido. Las encuestas dicen que Bono, que de partida era el mejor situado, ha ido perdiendo gas. Como la demagogia, el juego sucio, las componendas y el barriobajerismo son armas muy útiles en política (como en la vida misma) y Bono es experto en el uso de todas ellas la partida sigue abierta. No debemos tener muchos lectores de Castilla La Mancha, pues sólo un 4% de los votos de nuestra encuesta han ido a parar al manchego.
Matilde Fernández (la última de Filipinas). El guerrismo presenta su última batalla. Su única posibilidad es que, en medio del barullo y la dispersión de votos entre todos los candidatos ellos logren aglutinar a su 30% (siendo generosos) en Matilde y que el resto de candidatos estén muy igualados, con lo que, caso de no haber segunda vuelta, ella podría salir elegida. Demasiadas condiciones son necesarias para que la guerrista sea elegida, con lo que esta corriente desaparecerá tras este Congreso. Matilde ha logrado transmitir la imagen de que ella es la única “progre” de todos los candidatos en liza, algo que no sabemos si es bueno o es malo. Sinceramente pensamos que en realidad da totalmente igual. La chica no da mucho de sí, pero es voluntariosa. Lo que no es óbice para que su elección condenara al PSOE a los infiernos electorales.
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